miércoles, 15 de junio de 2011

REALIDAD Y JUEGO (winnicott)











Encontrar, acoger, reconocer lo ausente.
Esa capacidad poco común... de transformar en terreno
de juego el peor de los desiertos.

Michel Leiris

martes, 14 de junio de 2011

HEDIONDEZ


cerca o lejos de los ojos
igual se ve
desde las vísceras
dentro de ellas
se arremolinan
para retorcerse
para sangrar
ya no se estremecen
de amor
se sacuden
violentas
las palabras no dichas
hasta que
todo sea noche
pustulenta.


maría

.x.x.x.x.x.x.x..xx.x




DISTANCIA




a barlovento
abro las piernas
espuma y sal
brazos de viento
los pies emergen
nombres de arena
de libertad
medias de barro
que chapotean
intimidad
cuna de agua
y teta de luna
barca que sangra
en algún lugar.


maría

.x.x.x.x.xx.x.x..x.x.x



martes, 7 de junio de 2011

TODO ES



arriba y abajo
afuera y adentro
consciente e inconsciente
iceberg de madera
cada cual conoce su cocina



maría


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MARIPOSAS



tus manos son aladas, como las mariposas


maría


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viernes, 1 de abril de 2011

LA BOCA AMORDAZADA (patricia zangaro)



Tengo cuarenta años. Mi nombre... prefiero no decirlo. Aunque vea usted esta arruga, como un tajo, en mi frente, aún tengo las carnes de una niña.

Es verdad que los hijos devoraron mis senos... y que mi vientre es un campo de batalla... Pero mi piel se templa con la menor caricia... Tal vez quiera usted hundir su mano bajo mi blusa... si eso le fuera permitido...

¿Le dije que tengo cuarenta años? Mi padre me puso el nombre de su madre, que era también el de su abuela... Prefiero no decirlo, si eso no le fastidia...

¿Le he hablado ya de mi marido? Tiene el pelo gris... Su cabeza... ya era cana el día de la boda... Fui su esposa a los catorce años...
Yo tenía el pelo negro... una trenza untuosa hasta los muslos... Pero él siempre tuvo el pelo gris... y una casa, con un corral y un granero...

Mi padre quiso que mis hijos se criaran en gordura... Y así fue...
Gracias a mi padre, tengo un buen marido... No sé si le he dicho que mi esposo era viudo... Su mujer murió en el parto... yo no morí en ninguno...

Magnífico tenía nueve años cuando se festejaron mis esponsales...
¿Le he dicho que Magnífico es mi hijastro?... Nueve años y el pelo renegrido...

Creció callado en los rincones... Su padre lo mandó una tarde a carnear puercos...
Era un hombre cuando volvió sucio de sangre... Me abrazó en la alberca mientras lo bañaba... Desde entonces lo he buscado a espaldas de su padre... los primeros días con vergüenza... los últimos años con desesperación...
Nos hemos amado en la penumbra, con ardores rápidos... la boca amordazada...
Lloré alguna vez... por culpa... muchas veces de terror... pero las otras he llorado de deseo... un cuchillo hundido entre las piernas... Y siempre he encontrado alivio en el cuerpo en sombra de Magnífico...

¿Le he hablado de su serpiente en ascuas? ¿De sus embestidas y sacudimientos? ¿Se imagina usted un gato erizado en las entrañas? ¿O la cornada ciega de un jabalí? Nunca mis labios estuvieron tan blandos, ni tan inquieta mi cintura... Nunca antes... Con mi esposo... debo confesarle... nunca estos espasmos... ni la piel curiosa... ni la risa suelta... Con ser un hombre tan bueno... con el pelo tan gris... tiene ojos como látigos...

Querrá usted saber si estoy arrepentida... A veces... por mis hijos... he sufrido... Los fui olvidando en la pasión sorda de Magnífico... Supieron de sopas frías, de nalgas escaldadas y de piojos... El más pequeño llora por las noches...

Tiene el pelo renegrido... Me gustaría abrazarlo ahora...pero es tarde... Mañana en la plaza verá la ejecución... no son cosas que pueda ver un niño... ¿no lo cree? Su padre dice que es un buen ejemplo... Lo obligará a mirar hasta el fin del suplicio...

Nos atarán el uno junto al otro... Sentiré la respiración de Magnífico cuando el verdugo alce el brazo... Y nos miraremos antes de que sobre nosotros caiga la lapidación... Una piedra afilada me arrancará los senos... Mi niño querrá volver la cabeza, pero su padre lo obligará a clavar su ojos negros en los míos... Me destrozarán lentamente las pedradas y aún me dolerá el sexo desollado de Magnífico... Me reventarán los ojos y la boca... Me ahogaré en mi propia sangre... Y como no muera, tendrá el niño que contemplar mi agonía... Tal vez alguien se apiade y con la roca más pesada me aplaste la cabeza...
Me aterra el dolor...

Desde pequeña lloraba durante los castigos... ¿Podré soportar el tormento con decoro?... los ojos del niño, sabe usted, me afligen...
Pero más me aflige que después del martirio, y de la muerte... nunca... nunca más... podré gozar del cuerpo de Magnífico...


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jueves, 31 de marzo de 2011

OFRENDA



exploté
y derramé
asusté
y desbordé
quise no ver
y no cegué
tanteé tener
pero escapé
llamé al dolor
y anestesié
quise sangrar

y me vacié


maría


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MIXTURAS



como quiera que sea
con la forma que tenga
y con el sabor
no fui una
ni dos ni tres
no se cuántas
en qué mundos
y hacia dónde
a babor
a estribor
lo sublime
y la mierda
como quiera que sea

no hay estancos


maría

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PETALO




desde esta ventana
no quiero esperarte


maría

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TIEMPO



buscó la verdad y la encontró
no fue fácil aceptar
la desilusión que da la debilidad
sobre todo
cuando se enmascara
en saber
y en cobardías no dichas


maría

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miércoles, 23 de marzo de 2011

LA NIÑA Y EL ACROBATA



Era una niña de ojos grandes como lunas, con la sonrisa suave del amanecer.

Huérfana siempre desde que ella recordara, se había asociado a un acróbata con el que recorría, de aquí para allá, los pueblos hospitalarios de la India. Ambos se habían especializado en un número circense que consistía en que la niña trepaba por un largo palo que el hombre sostenía sobre sus hombros. La prueba no estaba ni mucho menos exenta de riesgos.

Por eso, el hombre le indicó a la niña:

--Amiguita, para evitar que pueda ocurrirnos un accidente, lo mejor será que, mientras hacemos nuestro número, yo me ocupe de lo que tú estás haciendo y tú de lo que estoy haciendo yo.

De ese modo no correremos peligro, pequeña.

Pero la niña, clavando sus ojos enormes y expresivos en los de su compañero, replicó:

-- "No, Babu, eso no es lo acertado. Yo me ocuparé de mí y tú te ocuparás de ti, y así, estando cada uno muy pendiente de lo que uno mismo hace, evitaremos cualquier accidente"

*El Maestro dice: Permanece vigilante de ti y libra tus propias batallas en lugar de intervenir en las de otros. Atento de ti mismo, así avanzarás seguro por la vía hacia la liberación definitiva.


"Cuentos de la India"


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AMIGOEGO







Los dos amigos

Dos amigos emprendieron una excursión. Al llegar la noche se echaron a dormir uno al lado del otro. Uno de ellos soñó que habían tomado un barco y habían naufragado en una isla. Al despertar, comenzó a preguntarle a su compañero si recordaba la travesía, el barco y la isla.
Se quedó atónito cuando el amigo le explicó que él no había tenido el mismo sueño. No podía creerlo. Pero... ¡si era un sueño increíble! Se negaba a aceptar que el amigo no recordara la travesía, el barco y la isla.

*El Maestro dice: " La persona común, atrapada en la cárcel de su ego, proyecta sobre los otros sus propios autoengaños".

Tomado de “Cuentos Clásicos de la India"

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martes, 22 de marzo de 2011

HAMLET LIMA QUINTANA



“Hay gente
que con sólo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales

Hay gente
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas

nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con sólo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa

sirve el puchero, coloca las guirnaldas

y con sólo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con sólo abrir la boca
llega a todos los límites del alma

alimenta una flor, inventa sueños

hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después
como si nada.

Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así
tan necesaria... ”


(H.L.Q)


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viernes, 11 de marzo de 2011

CINCO





y que era la alegría - a todo esto-
uno más uno dos?
o el vacío imperfecto de colores
donde solo hay ojos muertos?
o un esbozo de unión agotadora
donde no se respira ni la tierra...
cuando la opacidad tajeada de la boca
muerde dientes y lengua
sin tregua para labios y palabras
sin tiempo para noches y mañanas.
sólo caras.
más caras con igual sonido.
el espejo se rompe,
indefectiblemente.

maria


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MAITENA - DEPORTES o la mirada televisiva




un poco de humor pa tanto rollo impuesto!!!


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jueves, 10 de marzo de 2011

SONIDOS



- no sé... a veces no me salen las palabras...

- querés que te pregunte de otra forma?

- es que creo que no es la forma, vos me preguntás bien...

- mejor no te lo pregunto entonces

- sí, mejor no me lo preguntes. Hablemos de otras cosas

- otras cosas? cómo qué?

- otras...

- no se me ocurre nada

- no se te ocurre nada porque vos siempre preguntás

- cómo que yo siempre pregunto?

- sí...no ves, no te das cuenta?

- yo pregunto porque quiero saber

- y qué es lo que querés saber?

- algo...cualquier cosa...me dá lo mismo

- de qué te gustaría hablar?

- ya te dije, no sé, de lo que sea...

- a ver...a ver...hablemos de las palabras

- las palabras...las palabras...cómo se hace una palabra?

- empezá vos a pensar

- para mí, las palabras tienen formas. A veces las siento como un bocadito de polenta

- de polenta?

- sí, son las palabras amarillas

- sabés una cosa? yo nunca pude pintar el sol de amarillo...

- lo pintabas de rojo?

- no. yo pintaba de rojo a los monos y a las escaleras

- pero los monos son marrones o negros...bah! a veces son claritos también

- la cara que no se ve de la luna es de color negro.

- y vos cómo sabés eso?

- lo soñé una noche de Reyes, cuando tenía seis años

- bueno, pero estamos hablando de los colores, yo te había preguntado cómo se hacían las palabras...

- te llenás la boca de rojos y amarillos, de negros y verdes, de marrones y grises, de blancos y esmeraldas, de celestes y fucsias...

- te parece?

- sí, sí...y después los vas amasando con la lengua, abrís la boca y te salen.

- nunca te atraganteste?

- muchas veces, pero las vomité.


maría

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miércoles, 9 de marzo de 2011

A MARGALIDA (a Margarita)






"A Margalida" fue compuesta por el cantautor catalán Joan Isaac en 1976 y publicada por primera vez en 1977. Por su belleza y sensibilidad se ha convertido en una canción popular que forma parte de la memoria colectiva en Cataluña, llegando a representar todo UN HIMNO CONTRA LA PENA DE MUERTE.

"A Margalida" está inspirada en la ejecución en 1974, en la cárcel Modelo de Barcelona, del joven anarquista catalán Salvador Puig Antich quien fuera muerto por el régimen franquista tras ser juzgado y condenado a muerte por un tribunal militar.

Salvador Puig Antich (Barcelona, 30 de mayo de 1948 - 2 de marzo de 1974) fue un anarquista español, activo durante la década de 1960 y comienzos de la de 1970.

Como curiosidad, la canción trata el tema personalizándolo no en el protagonista de la historia, sino en su compañera sentimental.


*** Esta es letra en castellano ***


A Margarita

(Joan Isaac)

Te fuiste no sé dónde
ni las cumbres ni las aves
saben ya de tus pasos
volaste sin decir nada
dejándonos nada más
el canto de tu risa.

No sé dónde estás Margarita
mas si este canto te llega
tómalo como un beso
grita el nombre de tu amante:
bandera negra en el corazón.

Puede ser que no sepas
que su cuerpo a menudo
nos crece en las venas
al leer su gesto
escrito en las paredes
que lloran la historia.

Y con esta canción
renazca su grito
por campos, mares y bosques
y que sea su nombre,
como la sombra fiel
que es nuestra a todas horas.



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lunes, 7 de marzo de 2011

viernes, 4 de marzo de 2011

EL PROBLEMA





"El problema real es el miedo a ser uno mismo"

(Alexander Lowen)


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jueves, 24 de febrero de 2011

Abril




Cuando conocí a Mariadelá, ella recién había nacido. Fui a verla con mi madre una tarde de abril ya entrado el otoño. Siempre fue el otoño una de mis estaciones preferidas, debido tal vez al misterio que explota cuando las hojas proponen su mudanza.

Habíamos dejado a mi padre en la casa porque aún estaba terminando unas labores en su chacra. Recuerdo que las cabras se habían escapado. Quizás por temor a la tormenta que se veía amenazante en el cielo y que se olía en la tierra.
Los animales a veces también se desorientan y los perros no podían olfatearlas, el viento iba y venía en todas direcciones dibujando fantasmas y remolinos.

Almorzamos los tres en silencio.
Cuando mi padre sirvió agua en mi vaso, levanté la mirada y lo ví. Tuve la sensación de que no estaba ahí. Me pareció notar que el pañuelo que siempre usaba en el cuello galopaba su garganta.

Mi madre insistió en vestirme temprano "para ir ahorrando tiempo"... ella solía tener esta frase a mano; el tiempo siempre había sido un manojo conflictivo de ideas en su cabeza, sin dudas, la perturbaba.

Como a las tres de la tarde salimos hacia la casa de los Aguerregaray. No era lejos, apena media legua; la casa del peón generalmente está cerca de la casa principal.

Los pasos sólo se interrumpieron cuando ella dijo "parece que va a llover" y miró al cielo. Me impactó el vacío que desprendían sus ojos...en aquel momento no pude descifrarlo, era muy chico...Yo iba jugando con unas piedritas del camino, ya se sabe, las pateaba, las arrojaba fuera de nosotros, medía la intensidad del puntapié...y quedaba atrapado mirando la curva que hacían al caer. Los árboles del costado eran gruesos y oscuros.

Nos recibió don Ignacio, le dio la mano a mi madre y a mí me tocó el pelo, revolviéndomelo un poco. Nunca me gustó que me tocaran la cabeza. Pasamos al living y tomamos asiento esperando que vinieran doña Eugenia. Mi madre aún tenía sobre sus piernas una fuente de vidrio con tortas fritas que había hecho para la ocasión. "Nunca se llega a una casa con las manos vacías"

Don Ignacio preguntó por mi padre y mi madre le dijo que más tarde vendría él también, pero no le contó que las cabras se habían escapado. Al patrón no le hubiera gustado saber nada acerca de ese error cometido por mi padre. Don Ignacio era un hombre alto y corpulento, muy blanco y su pelo canoso le daba un aspecto de prócer. Serio y formal. Era como una foto.

Yo miraba esa habitación sin decir nada; las palabras me inundaban la cabeza haciéndome sentir un poco confundido. Tenía una mezcla de miedo y de curiosidad que aumentaba cuando ponía los ojos en esas cortinas tan gruesas y oscuras, en esos muebles tan grandes y con formas tan raras.

Y también sentía miedo en la panza cuando don Ignacio se sentó frente a nosotros sonriendo vagamente bajo el bigote. El se dio vuelta al escuchar que su esposa venía con la niña en brazos y entonces se levantó para recibirla.

Mi madre miró a doña Eugenia y le sonrió tímidamente mientras yo intentaba sentarme derechito en ese sillón tan grande.

La visita no duró mucho tiempo, mi madre dejó la fuente con las tortas sobre la mesita, se agachó ligeramente para mirar a la niña que estaba en brazos de la señora y abrió grandes los ojos. Cuando trastabilló, supe que algo la había asombrado. Nunca la había visto tan pálida ni adivinado tan fría. Hubiera jurado que la sangre se le escurrió por los pies.

El viaje de regreso también fue en silencio, sólo que a mi madre se le habían puesto los ojos muy rojos y el ceño muy fruncido. Caminaba rápido hacia la casa, con las manos rígidas y respiraba agitadamente. En algún momento me tomó del brazo para que me apurara y me hizo doler de tanto que me apretó. Los relámpagos rompían el cielo como un rompecabezas.

La tranquera estaba abierta y en el palenque no estaba el Lucero. Pensé que mi padre lo había montado para ir a buscar a las cabras. Pero ellas estaban en su corral. Entré corriendo a la casa y lo llamé varias veces. Lo único que escuché fue un llanto fuerte, sobrecogedor, casi a gritos. Era mi madre.

Y enseguida, una lluvia abundante empezó a bañar la chacra.


maria


-.-.-




Beso





"Fue un beso corto
sólo un roce

que puso su ala en mi boca

y se hundió,

infinito,

en mis entrañas"



jueves, 13 de enero de 2011