lunes, 19 de febrero de 2007


Cuando se asomó a la orilla del estanque, respiró

profundo, pero
no le gustó porque el agua tenía basuritas. Igual se

quedó encantado de haberse animado a respirar sobre la

manta verde del agua.

Siguió el camino hasta allá abajo, donde la tierra era la

nube, y bajó tan rápido, que no tuvo tiempo de nada.

Ahí hacía más frío, el aire dolía en los brazos y en la

cara, y sintió en las piernas que tenía que seguir

caminando. Empezó a escucharlo... seco. Golpes

secos.Lejos aún de la vista directa. Frío y golpes. Ahora

con un poco más de cuerpo, parecían cascadas. Cada

vez, sonaba mas fuerte, aun cuando ya los oídos le

zumbaban en el cuello... un ruido circular.

Se animó a mirar. Y fue como mirar para adentro...

golpes secos.Lo que duele. Ruido circular. Lo que no

cesa. Lo que ahorca. El dolor del ahogo seco. Y mudo.

Que no llora. Que no dice. Que duele. Mirar sin ojos.

Sentir. Sentir lo roto. Sentirse roto. El amor. La ternura.

La amenaza del suicidio. El tren. El abandono. La linda y

la fea. El odio por las balas. La Reina de las entrañas.La

muerte del abuelo. La hermanita.

Despacio, por tanto peso, se agachó y metió la mano

derecha en el agua fría. Se estremeció su equilibrio.

Cuando la mano llegó a su boca, rozó a los peces que

caían de sus ojos.-


maria


.-.-.-

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