miércoles, 21 de febrero de 2007

- Lo que más pena me dá es que se haya muerto tan joven...
-Bueh... en realidad, lo de la edad es un argumento un poco relativo, digamos...
- Cómo "relativo"?, qué estás diciendo?
- Eso: que me parece un argumento débil... el hecho de suponer que la edad es algo "determinante" de la muerte...o no?
- No. La gente, normalmente se muere cuando es vieja.
- Ja! no me hagas reír... qué me decís de Gastón? y de Mario? y de las hijas de Rosa? Y de tantos otros... que ni me voy a poner a sacar ninguna cuenta. Porque para mí, la cuestión es otra.
-Obvio! ya sé que hay gente que muere joven... no lo estoy negando!. Lo que digo es que eso me da mucha pena.
- Pena... pero, qué hacemos con la pena? Nunca te pusiste a pensar que la muerte y la vida son las dos caras de la misma moneda?
- Y... en algún aspecto, sí. Pero tiene que terminar una primero para...
- para nada. No tiene que terminar: continúa en otra forma, en un sin-ser-como-hasta-ahora, si querés. La muerte no se incorpora en un recodo de la vida. La muerte viene con uno.
- No digás pavadas! Y, entonces, qué me decís de las enfermedades? No se enferma la gente y se muere, acaso?
- Claro que sí, no niego eso...
- Bueno... "ahí se incorpora", ves?
- Lo que veo, es que vos no podés ver nada más que lo establecido. Lo que intento decirte es otra cosa.
- Vos, perdoname, no? pero me parece que te cayó mal la pizza...
- Puede ser... aunque estaba buenísima. Pero: sabés de que hablo? de la posibilidad de la muerte. O sea, no creo que haya un momento "especial" que por determinadas coyunturas, dé lugar a la incorporación de la muerte, como algo externo. Lo que digo es que ya venimos con esa posibilidad de lo circular, de lo que no cesa de estar presente... como la vida, claro.
- Sigo sin poder entender nada.
- Es por una cuestión "externa" que no podés entenderme, es lo que se enseña, es lo que debemos creer... y te digo de todo corazón que no quiero convencerte de nada, sólo te cuento lo que a mí me parece...
- No... está bien... lo que pasa es que me gustaría poder creer otras cosas, como vos...
- No trates de "creerme" ni de "creer" como yo... tratá de pensarlo, tratá de sentir profundamente ésto que estamos hablando, fijate si podés dudar un poco de las cosas tan prolijas que nos tiraron por la cabeza cuando nacimos...
- Es mucho para mí!!!
- Ja ja ja... otro día te cuento cuando sentí en el cuerpo, que ésto era así.


maria


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