jueves, 22 de febrero de 2007

Papá




Nos faltó el abrazo, papá
ese encontronazo de cuerpos
en la despedida.
Tal vez, sea por ésto
que el vacío me impregna
el adentro es afuera
es dolor y es partida
es ausencia de vos.
Es no estar ni en la noche
ni en el día
me falto agarrarte de las manos
muy fuerte
para que no te fueras, así
tan para siempre
tan donde estás ahora
donde yo no te encuentro...
no conozco el lugar!
no puedo verte!
...aunque quiera tocar
la piedra libre
atrás del sol...!

Te busqué entre los pinos
de tu casa
y entre los eucaliptus
y entre tu ropa
y entre tus letras...
y en el medio del patio
grité tu nombre
y te llamé papá miles
de veces...
borde feroz el filo del silencio
que me dejó callada.

Es ésta la respuesta?
en dónde se enredo tu barba blanca?
dónde suena tu acompasado zapateo
que no lo escucho
que no lo veo
que no lo entiendo?

Pero, acá estoy:
con mis manos vacías de las tuyas
con el cuerpo anudado sin abrazos
y aunque ésto suene a irremediable
canto
yo no puedo dejar de preguntarme
por qué esta despedida duele tanto...

Acaso, sea una forma
de no dejarte ir.

maria


.-.-.-.-.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Emocionante. Muy hermosas palabras.