He deambulado las zonas más inhóspitas
de la incertidumbre
y he carcomido los brillantes parámetros
de la infancia,
derrumbando en cada paso cóncavo
la médula del oso
y el pelo del espanto
del muñeco barato
y pregunté por qué...
He trepado en la cuna del sueño
más perverso,
donde cada barrote
se blandía en espada;
bombardeé el sonajero que colgaba
tan tieso,
deteniendo el misterio de su ruido
tan hueco,
ensordeció el silencio
y pregunté por qué...
He tenido que irme en triciclos
de fuego
huyendo de mi selva carnívora
de miedo;
y ensayé una respuesta...
maria
.-.-.-.
1 comentario:
hay un recorrido encantador por la infancia, y cuando responde, crece...Mmm...qué exquisito.
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